Y qué gano si me preocupo?

Bueno esta es una pregunta con la que trato todos los días. Quisiera evadirla pero es algo que Dios me pone en el corazón para hablar. Particularmente, en estos días de incertidumbre en los que nos toca vivir, creo que pareciera inevitable no preocuparse por algo o alguien. Yo suelo preocuparme también, pero descubrí que así no logro que absolutamente nada cambie a mi alrededor. Hace un tiempo, estaba muy preocupada por "x" motivo. No podía dormir, llevaba días así, con esa toxicidad llenando mi cabeza de pensamientos de fracasos, temor y preocupación. Uno de esos días, se me vino a la mente un pasaje de la Biblia muy conocido (Lucas 12:25) donde Jesús habla sobre la preocupación y la ansiedad, y me hablaba en mí corazón; Luz podrás aunque sea añadir un centímetro a tu estatura si te preocupas? Claro que no. Ni eso, ni nada. No logro nada preocupándome porque las cosas no cambiarán así, sólo intoxicaré mi corazón y me terminaré enfermando. La preocupación baja las defensas lo sabías? Si no lo sabías ahora lo sabes.
La preocupación enferma, te quita el sueño y la concentración. Sabemos que la mayoría de las preocupaciones no son reales, pero no las podemos controlar. Experimentamos síntomas físicos como palpitaciones y falta de respiración; y sentimos la necesidad de que todo tiene que estar bien.
Weaver, una conocida escritora, dice que «La preocupación es un corto circuito que desvía nuestra atención hacia el problema y no a lo que nos puede ayudar a solucionarlo».
Un estudio realizado sobre la preocupación dice que:
40% de las cosas nunca llegan a suceder.
30% están relacionadas con el pasado que no podemos cambiar.
12% están relacionadas con las críticas de los demás (a veces infundadas).
Solo 8% se refieren a problemas reales que pueden ser solucionados.

A veces vivimos tan preocupados, que descuidamos lo realmente importante. Según el diccionario la palabra preocupar significa: «Ocupar insistentemente el pensamiento en algo que puede ser perjudicial o negativo y que produce intranquilidad, inquietud o temor.
Y entonces, qué hago con la preocupación que siento?
Bueno bien, en 1° de Pedro nos dice que debemos poner todas nuestras preocupaciones en las manos de Dios, porque El tiene cuidado de nosotros.
Y como lo hago me dirás? Diciéndole a Dios en oración lo que te preocupa, contándole lo que te quita el sueño y no puedes cambiar por sí sólo. Luego descansar creyendo que Dios se va a ocupar de la situación y de tu vida. Y no volver a preocuparte por lo mismo es fundamental la confianza en Dios. Que grandiosa herramienta. A mi me funcionó! Sí nunca antes lo hiciste, podes empezar ahora mismo. Cada día estoy aprendiendo a descansar en Dios sabiendo que no me debo preocupar por el mañana. Primero, porque debemos vivir cada día a la vez. Y segundo, porque el mañana aún no es mío sino de Dios y estoy segura que Él ya está ahí y me ayudará como lo hizo ayer y lo hace hoy.
Así que a vos que me lees, te cuento que si dejás todo en manos de Dios y descansas en Él te dará paz, esa paz que el mundo entero no puede comprender pero que protegerá tu corazón y tus pensamientos todos los días de tu vida. Ánimo se puede te lo aseguro!!!! No ganas nada preocupándote, la paz está a una oración de distancia. Qué esperas para comenzar?

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